TELEVISION, PUBLICIDAD Y EDUCACION
INDICE:
Ø INTRODUCCION:
Ø CONTEXTUALIZACIÓN
¨ INTRODUCCION:
Hoy en día la televisión ocupa el lugar central en el diseño del hogar. Es punto de referencia obligado en la organización de la vida familiar. Está siempre disponible, ofrece su compañía a todas las horas del día y de la noche. La televisión sustituye de alguna manera, la función materna, ya que, es el refugio en los momentos de frustración, de tristeza, de angustia. Y como una madre blanda nunca exige nada a cambio.
Para los ciudadanos de las sociedades modernas la televisión representa un objeto de veneración y reverencia, es un signo de identificación individual y colectiva. En muchas familias condiciona tanto la organización del tiempo como del espacio. De la televisión depende cuándo se acuestan, cuándo van al lavabo, cuándo comen y cenan, ...
Según diversos estudios, ver televisión es la segunda actividad a la que dedican más tiempo los jóvenes, después del sueño. Teniendo en cuenta los fines de semana y las vacaciones, los estudiantes pasan más horas viendo la televisión que en clase.
En este contexto, si una escuela no enseña a ver televisión, ¿ para qué mundo educa? La escuela tiene la obligación de ayudar a las nuevas generaciones de alumnos a interpretar los símbolos de la cultura, el estudio de la imagen sigue ausente de la mayoría de los centros escolares, poniendo de manifiesto el desfase de la escuela.
Desde muy pequeños nos encontramos expuestos a una serie de imágenes y a un determinado vocabulario que ejerce una cierta influencia sobre nosotros, debido a las características psicológicas y madurativas no nos encontramos preparados para comprender el lenguaje audiovisual y distinguir los elementos persuasivos que nos ofrecen.
Aquí es donde padres y educadores deben asumir un papel importante, ya que, deben ayudar a sus hijos/as a comprender lo que supone la experiencia de ser telespectador/a y a interpretar en profundidad el sentido de la publicidad. Se trata de enriquecer sus experiencias pero sin negarla; de facilitar una lectura reflexiva y crítica, pero sin eliminar el placer sensorial y emocional.
Pero aquí debemos detenernos y reflexionar; ¿saben los padres y profesores utilizar los medios audiovisuales y comprenden el lenguaje y las imágenes que llegan hasta nuestro televisor? Casi ningún docente ha recibido una formación adecuada en el lenguaje de la imagen, por ello, cuando se utilizan medios audiovisuales en el aula se emplean de forma inadecuada, ya que se cometen errores en la producción de materiales audiovisuales, en la proyección de los mismos, en el uso de un vocabulario inadecuado, etc.
Gracias a la formación permanente del profesorado y a la colaboración de profesionales se ha conseguido una mejora en este campo, por ello debemos emplear los medios audiovisuales no sólo como medios auxiliares de enseñanza, sino como elementos que complementan la formación de los alumnos. En particular la televisión nos proporciona una información en el acto, nos enriquece con imágenes, se potencia el pensamiento visual, intuitivo y global. Por el contrario otros medios de información como la prensa o los libros requieren mayor capacidad de abstracción, ya que el lector se enfrenta a un mundo abstracto de conceptos e ideas, además la lectura requiere una dosis de concentración cosa que la televisión no demanda.
La escuela actual debe tener entre sus objetivos primordiales que el alumno/a aprenda a trabajar con imágenes, tanto para su lectura como para su creación.